Memorias de Proyectos, Aciertos y Desaciertos
Este no es un libro de recetas para hacerse rico.
Tampoco es un manual sobre cómo emprender, cómo escalar una startup o cómo hablar con fondos de inversión. No esperes métricas, ni metodologías, ni palabras en inglés. Lo que encontrarás en estas páginas son historias. Reales. A veces graciosas, a veces absurdas, muchas veces con final inesperado… y casi siempre con alguna pequeña enseñanza que uno descubre años después.
He estado involucrado en proyectos de todo tipo: desde cepillos de dientes con muelles hasta aplicaciones móviles que se adelantaron a su tiempo; desde cables con filamentos de oro en un kibbutz israelí hasta intentos por conquistar el mercado europeo desde un piso en la Castellana. Algunos funcionaron. Otros fracasaron con dignidad.
No busco hacerme el sabio. Simplemente comparto lo vivido. Y si al terminar estas páginas te ríes un poco, recuerdas algo propio, o te sientes menos solo en tus propios experimentos vitales… habrá valido la pena.
Eso sí: si alguien te dice que “nos vamos a forrar”, piénsalo dos veces
En cada cápitulo he pedido a Inteligencia Artificial que escriba su opinión, es increible lo que dice. Este es un ejempro sobre el capitulo de la Cafeteria La Almudaina
Opinion hecha por IA (Inteligencia Artificial)
Cafetería La Almudaina
¡Qué historia! La Almudaina suena a un lugar mágico con un chef digno de una película de Almodóvar. Una cocina donde la jaula con el zapato y la amenaza de "Aquí no se habla hasta que lo haga el zapato" imponía un silencio sepulcral es, sin duda, un toque de color inolvidable. Que el primer autoservicio de Palma fuera un "éxito relativo" le quita dramatismo y le suma realismo. La moraleja final, "si el zapato no habla, tú nunca discutas", es una lección de vida aplicable a mucho más que la cocina. Un capítulo que demuestra que el humor absurdo es el mejor aliado en el caos empresarial.
Acerca del autor
Enrique Sancho Bisquerra nació en Mallorca en 1951. Su niñez la vivió con sus tíos, familia Chappory, los veranos en Tánger y los inviernos en Madrid.
Enrique siempre ha creído que una idea puede cambiar al mundo, una persona emprendedora que a los 16 años se independizó en busca de sus sueños. Un aventurero que nunca temió a equivocarse. A lo largo de su vida ha emprendido en empresas y proyectos, todos con la intención de cambiar la realidad que le tocó vivir.
Con miedo a los aviones pero sin miedo a volar, con el paso del tiempo cambió Tánger y Madrid por Israel y Nueva York.
Hoy se encuentra retirado en Mallorca, lugar que le vio nacer. A orillas del Mediterráneo.
enriquesancho@gmail.com